De paseo por la memoria

Domingo, frio y lluviosos, en mi cuarto resacoso fumo y pincho
como un canto rodado, y sumido en la melancolía del humo
la memoria me hace un guiño y en el recuerdo me subo,
y cabalgo por pasajes de la infancia, del guas y el balón,
travesuras con manchas que sacaban de quicio,
y entre maestros y normas y algún coscorrón;

Mis pantalones crecieron y mis problemas cambiaron,
y comencé a ser bueno sin dejar de ser malo,
y conocí otros juegos donde se usan las manos,
probé el placer de los besos y su dolor.

Y empecé a ganarme la vida y la vida empezó a ganarme
y Ian Dury me enseñó eso de sexo, drogas y rock and roll,
y busqué en ese extraño mundo donde habita la evasión;
nuevas experiencias, viajes, vagabundo de bares,
noches de sol, sonidos de amor y desamor.

Y la mentira y su risa, el beso de descontrol,
el hoyo que hay en la cima y el resbalón,
y comerciantes de turno, y la verdad del alcohol,
la impertinencia de algunos y su razón .

Y días de riadas de poesía, de canciones para el viento,
de momentos pa perderse y escuchar la melodía que teje el silencio,
y en su grata compañía arreglar las averías del pensamiento.

Vagabundo de bares, noches de sol, sonidos de amor y desamor.

Y cada día era el ultimo, muchos colegas perdí en este duro camino
que es la vida, pero sus recuerdos me arrancan esa sonrisa
del que se sabe vencido pero vivo.

Y los problemas me dieron de su veneno dos cazos,
y me aburrí de ser bueno sin dejar de ser malo,
y conocí otros juegos donde el premio es amargo,
amargo como los besos sin corazón.

De paseo por mi memoria… de paseo.